La lucha colectiva en los tribunales de México contra la siembra de maíz transgénico y los oligopolios que controlan la venta y distribución de esta semilla, se robustece a nivel internacional, con la advertencia que hizo el propio Papa Francisco hace en su  encíclica  Laudato Si,  donde alerta sobre los graves efectos que su cultivo ocasiona al medio ambiente y las economías regionales.

Miguel Concha Malo, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, detalló que en dicha encíclica, el Sumo Pontífice sostiene que; “la expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales”.

En conferencia de prensa,  junto con  representes de las organizaciones “Acción Colectiva Maíz”, a quien hizo un reconocimiento por su trabajo porque ya sentó un precedente internacional, Concha Malo citó el documento papal; “en varios países existe una tendencia al desarrollo de oligopolios en la producción de granos y otros productos necesarios para su cultivo. La dependencia se agrava porque la producción de granos estériles obliga a los campesinos a comprarlos a las empresas productoras”.

2015-07-08 11.07.44

Otra consecuencia originada con la introducción de cultivos, advierte el Papa en su encíclica, es la concentración de tierras productivas en pocas manos, debido al desplazamiento de pequeños productores, quienes señala, se han visto obligados a retirarse de la producción directa y convertirse en trabajadores precarios o empleados rurales que terminan migrando a miserables asentamientos de las ciudades.

Concha Malo señaló que para el  máximo jerarca católico, debe haber una discusión amplia donde participen: agricultores, autoridades, científicos, semilleras  poblaciones afectadas, organizaciones civiles, entre otros.

Finalmente puntualizó que México,  es ya un referente mundial en lucha por la justicia y el derecho a un medio ambiente sano y por la protección y cuidado de toda forma de vida en el planeta, porque la demanda colectiva es una lucha paradigmática en defensa de los bienes comunes naturales en general, por el bien común de la humanidad y del planeta. Y añadió es una lucha global, por la justicia ambiental y social.

Rene Sánchez Galindo, abogado de la Colectividad que presentó la demanda contra la siembra de maíz transgénico, precisó que a dos años de haber iniciado su demanda ante 17 instancias del Poder Judicial Federal, incluyendo la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y una Comisión del Consejo de la Judicatura Federal, se han resuelto 22 juicios de amparo en favor de las peticiones ciudadanas.

Explicó que después de la  suspensión de 79 permisos para la siembra provisional de cerca de tres millones de hectáreas, vino una andanada de 93 impugnaciones, dentro de las cuales, se dieron 22 hay juicios de amparo, cuatro de las cuales fueron presentados por SAGARPA y SEMARNAP, ocho por Monsanto y el resto por Du Pont, Pioneer, AgroScience y Syngenta, mismos que se ganaron.

La lucha ahora en los tribunales es por la suspensión definitiva, con los elementos que las mismas dependencias y Monsanto proporcionaron al reconocer el uso de fosfatos y el daño que causan al maíz convencional.

Por su parte Víctor Suárez Carrera de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campor (ANEC)  expresó a nombre de los

Productores su rechazó y dijo que se puede alcanzar la autosuficiencia maicera y en general alimentaria sin trangénicos y sin monopolios.

Pidió acabar con los mitos que se han creado en torno a las supuestas bondades de los transgénicos, al afirmar que son semillas que aumentan el rendimiento, pues se ha demostrado, incluso con estudios realizados por el Departamento de Agricultura de los EU que dan alrededor de 9.8 toneladas por hectárea en esa nación, mientras que en Sinaloa el rendimiento es de 9.7 y podría ser hasta 10 toneladas por hectárea.

Agregó que en México este rendimiento podría ser tres veces mayor si los pequeños productores contaran con los incentivos suficientes por parte del gobierno federal, quien concentra el 70 por ciento de los subsidios otorgados por ACERCA a los productores más ricos.

La lucha colectiva en los tribunales de México contra la siembra de maíz transgénico y los oligopolios que controlan la venta y distribución de esta semilla, se robustece a nivel internacional, con la advertencia que hizo el propio Papa Francisco hace en su  encíclica  Laudato Si,  donde alerta sobre los graves efectos que su cultivo ocasiona al medio ambiente y las economías regionales.

Miguel Concha Malo, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, detalló que en dicha encíclica, el Sumo Pontifice sostiene que; “la expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales”.

En conferencia de prensa,  junto con  representes de las organizaciones “Acción Colectiva Maíz”, a quien hizo un reconocimiento por su trabajo porque ya sentó un precedente internacional, Concha Malo citó el documento papal; “en varios países existe una tendencia al desarrollo de oligopolios en la producción de granos y otros productos necesarios para su cultivo. La dependencia se agrava porque la producción de granos estériles obliga a los campesinos a comprarlos a las empresas productoras”.

Otra consecuencia originada con la introducción de cultivos, advierte el Papa en su encíclica, es la concentración de tierras productivas en pocas manos, debido al desplazamiento de pequeños productores, quienes señala, se han visto obligados a retirarse de la producción directa y convertirse en trabajadores precarios o empleados rurales que terminan migrando a miserables asentamientos de las ciudades.

Concha Malo señaló que para el  máximo jerarca católico, debe haber una discusión amplia donde participen: agricultores, autoridades, científicos, semilleras  poblaciones afectadas, organizaciones civiles, entre otros.

Finalmente puntualizó que México,  es ya un referente mundial en lucha por la justicia y el derecho a un medio ambiente sano y por la protección y cuidado de toda forma de vida en el planeta, porque la demanda colectiva es una lucha paradigmática en defensa de los bienes comunes naturales en general, por el bien común de la humanidad y del planeta. Y añadió es una lucha global, por la justicia ambiental y social.

Rene Sánchez Galindo, abogado de la Colectividad que presentó la demanda contra la siembra de maíz transgénico, precisó que a dos años de haber iniciado su demanda ante 17 instancias del Poder Judicial Federal, incluyendo la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y una Comisión del Consejo de la Judicatura Federal, se han resuelto 22 juicios de amparo en favor de las peticiones ciudadanas.

Explicó que después de la  suspensión de 79 permisos para la siembra provisional de cerca de tres millones de hectáreas, vino una andanada de 93 impugnaciones, dentro de las cuales, se dieron 22 hay juicios de amparo, cuatro de las cuales fueron presentados por SAGARPA y SEMARNAP, ocho por Monsanto y el resto por Du Pont, Pioneer, AgroScience y Syngenta, mismos que se ganaron.

La lucha ahora en los tribunales es por la suspensión definitiva, con los elementos que las mismas dependencias y Monsanto proporcionaron al reconocer el uso de fosfatos y el daño que causan al maíz convencional.

Por su parte Víctor Suárez Carrera de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campor (ANEC)  expresó a nom

La lucha colectiva en los tribunales de México contra la siembra de maíz transgénico y los oligopolios que controlan la venta y distribución de esta semilla, se robustece a nivel internacional, con la advertencia que hizo el propio Papa Francisco hace en su  encíclica  Laudato Si,  donde alerta sobre los graves efectos que su cultivo ocasiona al medio ambiente y las economías regionales.

Miguel Concha Malo, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, detalló que en dicha encíclica, el Sumo Pontifice sostiene que; “la expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales”.

En conferencia de prensa,  junto con  representes de las organizaciones “Acción Colectiva Maíz”, a quien hizo un reconocimiento por su trabajo porque ya sentó un precedente internacional, Concha Malo citó el documento papal; “en varios países existe una tendencia al desarrollo de oligopolios en la producción de granos y otros productos necesarios para su cultivo. La dependencia se agrava porque la producción de granos estériles obliga a los campesinos a comprarlos a las empresas productoras”.

Otra consecuencia originada con la introducción de cultivos, advierte el Papa en su encíclica, es la concentración de tierras productivas en pocas manos, debido al desplazamiento de pequeños productores, quienes señala, se han visto obligados a retirarse de la producción directa y convertirse en trabajadores precarios o empleados rurales que terminan migrando a miserables asentamientos de las ciudades.

Concha Malo señaló que para el  máximo jerarca católico, debe haber una discusión amplia donde participen: agricultores, autoridades, científicos, semilleras  poblaciones afectadas, organizaciones civiles, entre otros.

Finalmente puntualizó que México,  es ya un referente mundial en lucha por la justicia y el derecho a un medio ambiente sano y por la protección y cuidado de toda forma de vida en el planeta, porque la demanda colectiva es una lucha paradigmática en defensa de los bienes comunes naturales en general, por el bien común de la humanidad y del planeta. Y añadió es una lucha global, por la justicia ambiental y social.

Rene Sánchez Galindo, abogado de la Colectividad que presentó la demanda contra la siembra de maíz transgénico, precisó que a dos años de haber iniciado su demanda ante 17 instancias del Poder Judicial Federal, incluyendo la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y una Comisión del Consejo de la Judicatura Federal, se han resuelto 22 juicios de amparo en favor de las peticiones ciudadanas.

Explicó que después de la  suspensión de 79 permisos para la siembra provisional de cerca de tres millones de hectáreas, vino una andanada de 93 impugnaciones, dentro de las cuales, se dieron 22 hay juicios de amparo, cuatro de las cuales fueron presentados por SAGARPA y SEMARNAP, ocho por Monsanto y el resto por Du Pont, Pioneer, AgroScience y Syngenta, mismos que se ganaron.

La lucha ahora en los tribunales es por la suspensión definitiva, con los elementos que las mismas dependencias y Monsanto proporcionaron al reconocer el uso de fosfatos y el daño que causan al maíz convencional.

Por su parte Víctor Suárez Carrera de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campor (ANEC)  expresó a nombre de los

Productores su rechazó y dijo que se puede alcanzar la autosuficiencia maicera y en general alimentaria sin trangénicos y sin monopolios.

Pidió acabar con los mitos que se han creado en torno a las supuestas bondades de los transgénicos, al afirmar que son semillas que aumentan el rendimiento, pues se ha demostrado, incluso con estudios realizados por el Departamento de Agricultura de los EU que dan alrededor de 9.8 toneladas por hectárea en esa nación, mientras que en Sinaloa el rendimiento es de 9.7 y podría ser hasta 10 toneladas por hectárea.

Agregó que en México este rendimiento podría ser tres veces mayor si los pequeños productores contaran con los incentivos suficientes por parte del gobierno federal, quien concentra el 70 por ciento de los subsidios otorgados por ACERCA a los productores más ricos.

La lucha colectiva en los tribunales de México contra la siembra de maíz transgénico y los oligopolios que controlan la venta y distribución de esta semilla, se robustece a nivel internacional, con la advertencia que hizo el propio Papa Francisco hace en su  encíclica  Laudato Si,  donde alerta sobre los graves efectos que su cultivo ocasiona al medio ambiente y las economías regionales.

Miguel Concha Malo, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, detalló que en dicha encíclica, el Sumo Pontifice sostiene que; “la expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales”.

En conferencia de prensa,  junto con  representes de las organizaciones “Acción Colectiva Maíz”, a quien hizo un reconocimiento por su trabajo porque ya sentó un precedente internacional, Concha Malo citó el documento papal; “en varios países existe una tendencia al desarrollo de oligopolios en la producción de granos y otros productos necesarios para su cultivo. La dependencia se agrava porque la producción de granos estériles obliga a los campesinos a comprarlos a las empresas productoras”.

Otra consecuencia originada con la introducción de cultivos, advierte el Papa en su encíclica, es la concentración de tierras productivas en pocas manos, debido al desplazamiento de pequeños productores, quienes señala, se han visto obligados a retirarse de la producción directa y convertirse en trabajadores precarios o empleados rurales que terminan migrando a miserables asentamientos de las ciudades.

Concha Malo señaló que para el  máximo jerarca católico, debe haber una discusión amplia donde participen: agricultores, autoridades, científicos, semilleras  poblaciones afectadas, organizaciones civiles, entre otros.

Finalmente puntualizó que México,  es ya un referente mundial en lucha por la justicia y el derecho a un medio ambiente sano y por la protección y cuidado de toda forma de vida en el planeta, porque la demanda colectiva es una lucha paradigmática en defensa de los bienes comunes naturales en general, por el bien común de la humanidad y del planeta. Y añadió es una lucha global, por la justicia ambiental y social.

Rene Sánchez Galindo, abogado de la Colectividad que presentó la demanda contra la siembra de maíz transgénico, precisó que a dos años de haber iniciado su demanda ante 17 instancias del Poder Judicial Federal, incluyendo la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y una Comisión del Consejo de la Judicatura Federal, se han resuelto 22 juicios de amparo en favor de las peticiones ciudadanas.

Explicó que después de la  suspensión de 79 permisos para la siembra provisional de cerca de tres millones de hectáreas, vino una andanada de 93 impugnaciones, dentro de las cuales, se dieron 22 hay juicios de amparo, cuatro de las cuales fueron presentados por SAGARPA y SEMARNAP, ocho por Monsanto y el resto por Du Pont, Pioneer, AgroScience y Syngenta, mismos que se ganaron.

La lucha ahora en los tribunales es por la suspensión definitiva, con los elementos que las mismas dependencias y Monsanto proporcionaron al reconocer el uso de fosfatos y el daño que causan al maíz convencional.

Por su parte Víctor Suárez Carrera de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campor (ANEC)  expresó a nombre de los

Productores su rechazó y dijo que se puede alcanzar la autosuficiencia maicera y en general alimentaria sin trangénicos y sin monopolios.

Pidió acabar con los mitos que se han creado en torno a las supuestas bondades de los transgénicos, al afirmar que son semillas que aumentan el rendimiento, pues se ha demostrado, incluso con estudios realizados por el Departamento de Agricultura de los EU que dan alrededor de 9.8 toneladas por hectárea en esa nación, mientras que en Sinaloa el rendimiento es de 9.7 y podría ser hasta 10 toneladas por hectárea.

Agregó que en México este rendimiento podría ser tres veces mayor si los pequeños productores contaran con los incentivos suficientes por parte del gobierno federal, quien concentra el 70 por ciento de los subsidios otorgados por ACERCA a los productores más ricos.

La lucha colectiva en los tribunales de México contra la siembra de maíz transgénico y los oligopolios que controlan la venta y distribución de esta semilla, se robustece a nivel internacional, con la advertencia que hizo el propio Papa Francisco hace en su  encíclica  Laudato Si,  donde alerta sobre los graves efectos que su cultivo ocasiona al medio ambiente y las economías regionales.

Miguel Concha Malo, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, detalló que en dicha encíclica, el Sumo Pontifice sostiene que; “la expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales”.

En conferencia de prensa,  junto con  representes de las organizaciones “Acción Colectiva Maíz”, a quien hizo un reconocimiento por su trabajo porque ya sentó un precedente internacional, Concha Malo citó el documento papal; “en varios países existe una tendencia al desarrollo de oligopolios en la producción de granos y otros productos necesarios para su cultivo. La dependencia se agrava porque la producción de granos estériles obliga a los campesinos a comprarlos a las empresas productoras”.

Otra consecuencia originada con la introducción de cultivos, advierte el Papa en su encíclica, es la concentración de tierras productivas en pocas manos, debido al desplazamiento de pequeños productores, quienes señala, se han visto obligados a retirarse de la producción directa y convertirse en trabajadores precarios o empleados rurales que terminan migrando a miserables asentamientos de las ciudades.

Concha Malo señaló que para el  máximo jerarca católico, debe haber una discusión amplia donde participen: agricultores, autoridades, científicos, semilleras  poblaciones afectadas, organizaciones civiles, entre otros.

Finalmente puntualizó que México,  es ya un referente mundial en lucha por la justicia y el derecho a un medio ambiente sano y por la protección y cuidado de toda forma de vida en el planeta, porque la demanda colectiva es una lucha paradigmática en defensa de los bienes comunes naturales en general, por el bien común de la humanidad y del planeta. Y añadió es una lucha global, por la justicia ambiental y social.

Rene Sánchez Galindo, abogado de la Colectividad que presentó la demanda contra la siembra de maíz transgénico, precisó que a dos años de haber iniciado su demanda ante 17 instancias del Poder Judicial Federal, incluyendo la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y una Comisión del Consejo de la Judicatura Federal, se han resuelto 22 juicios de amparo en favor de las peticiones ciudadanas.

Explicó que después de la  suspensión de 79 permisos para la siembra provisional de cerca de tres millones de hectáreas, vino una andanada de 93 impugnaciones, dentro de las cuales, se dieron 22 hay juicios de amparo, cuatro de las cuales fueron presentados por SAGARPA y SEMARNAP, ocho por Monsanto y el resto por Du Pont, Pioneer, AgroScience y Syngenta, mismos que se ganaron.

La lucha ahora en los tribunales es por la suspensión definitiva, con los elementos que las mismas dependencias y Monsanto proporcionaron al reconocer el uso de fosfatos y el daño que causan al maíz convencional.

Por su parte Víctor Suárez Carrera de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campor (ANEC)  expresó a nombre de los

Productores su rechazó y dijo que se puede alcanzar la autosuficiencia maicera y en general alimentaria sin trangénicos y sin monopolios.

Pidió acabar con los mitos que se han creado en torno a las supuestas bondades de los transgénicos, al afirmar que son semillas que aumentan el rendimiento, pues se ha demostrado, incluso con estudios realizados por el Departamento de Agricultura de los EU que dan alrededor de 9.8 toneladas por hectárea en esa nación, mientras que en Sinaloa el rendimiento es de 9.7 y podría ser hasta 10 toneladas por hectárea.

Agregó que en México este rendimiento podría ser tres veces mayor si los pequeños productores contaran con los incentivos suficientes por parte del gobierno federal, quien concentra el 70 por ciento de los subsidios otorgados por ACERCA a los productores más ricos.

La lucha colectiva en los tribunales de México contra la siembra de maíz transgénico y los oligopolios que controlan la venta y distribución de esta semilla, se robustece a nivel internacional, con la advertencia que hizo el propio Papa Francisco hace en su  encíclica  Laudato Si,  donde alerta sobre los graves efectos que su cultivo ocasiona al medio ambiente y las economías regionales.

Miguel Concha Malo, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, detalló que en dicha encíclica, el Sumo Pontifice sostiene que; “la expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales”.

En conferencia de prensa,  junto con  representes de las organizaciones “Acción Colectiva Maíz”, a quien hizo un reconocimiento por su trabajo porque ya sentó un precedente internacional, Concha Malo citó el documento papal; “en varios países existe una tendencia al desarrollo de oligopolios en la producción de granos y otros productos necesarios para su cultivo. La dependencia se agrava porque la producción de granos estériles obliga a los campesinos a comprarlos a las empresas productoras”.

Otra consecuencia originada con la introducción de cultivos, advierte el Papa en su encíclica, es la concentración de tierras productivas en pocas manos, debido al desplazamiento de pequeños productores, quienes señala, se han visto obligados a retirarse de la producción directa y convertirse en trabajadores precarios o empleados rurales que terminan migrando a miserables asentamientos de las ciudades.

Concha Malo señaló que para el  máximo jerarca católico, debe haber una discusión amplia donde participen: agricultores, autoridades, científicos, semilleras  poblaciones afectadas, organizaciones civiles, entre otros.

Finalmente puntualizó que México,  es ya un referente mundial en lucha por la justicia y el derecho a un medio ambiente sano y por la protección y cuidado de toda forma de vida en el planeta, porque la demanda colectiva es una lucha paradigmática en defensa de los bienes comunes naturales en general, por el bien común de la humanidad y del planeta. Y añadió es una lucha global, por la justicia ambiental y social.

Rene Sánchez Galindo, abogado de la Colectividad que presentó la demanda contra la siembra de maíz transgénico, precisó que a dos años de haber iniciado su demanda ante 17 instancias del Poder Judicial Federal, incluyendo la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y una Comisión del Consejo de la Judicatura Federal, se han resuelto 22 juicios de amparo en favor de las peticiones ciudadanas.

Explicó que después de la  suspensión de 79 permisos para la siembra provisional de cerca de tres millones de hectáreas, vino una andanada de 93 impugnaciones, dentro de las cuales, se dieron 22 hay juicios de amparo, cuatro de las cuales fueron presentados por SAGARPA y SEMARNAP, ocho por Monsanto y el resto por Du Pont, Pioneer, AgroScience y Syngenta, mismos que se ganaron.

La lucha ahora en los tribunales es por la suspensión definitiva, con los elementos que las mismas dependencias y Monsanto proporcionaron al reconocer el uso de fosfatos y el daño que causan al maíz convencional.

Por su parte Víctor Suárez Carrera de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campor (ANEC)  expresó a nombre de los

Productores su rechazó y dijo que se puede alcanzar la autosuficiencia maicera y en general alimentaria sin trangénicos y sin monopolios.

Pidió acabar con los mitos que se han creado en torno a las supuestas bondades de los transgénicos, al afirmar que son semillas que aumentan el rendimiento, pues se ha demostrado, incluso con estudios realizados por el Departamento de Agricultura de los EU que dan alrededor de 9.8 toneladas por hectárea en esa nación, mientras que en Sinaloa el rendimiento es de 9.7 y podría ser hasta 10 toneladas por hectárea.

Agregó que en México este rendimiento podría ser tres veces mayor si los pequeños productores contaran con los incentivos suficientes por parte del gobierno federal, quien concentra el 70 por ciento de los subsidios otorgados por ACERCA a los productores más ricos.

La lucha colectiva en los tribunales de México contra la siembra de maíz transgénico y los oligopolios que controlan la venta y distribución de esta semilla, se robustece a nivel internacional, con la advertencia que hizo el propio Papa Francisco hace en su  encíclica  Laudato Si,  donde alerta sobre los graves efectos que su cultivo ocasiona al medio ambiente y las economías regionales.

Miguel Concha Malo, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, detalló que en dicha encíclica, el Sumo Pontifice sostiene que; “la expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales”.

En conferencia de prensa,  junto con  representes de las organizaciones “Acción Colectiva Maíz”, a quien hizo un reconocimiento por su trabajo porque ya sentó un precedente internacional, Concha Malo citó el documento papal; “en varios países existe una tendencia al desarrollo de oligopolios en la producción de granos y otros productos necesarios para su cultivo. La dependencia se agrava porque la producción de granos estériles obliga a los campesinos a comprarlos a las empresas productoras”.

Otra consecuencia originada con la introducción de cultivos, advierte el Papa en su encíclica, es la concentración de tierras productivas en pocas manos, debido al desplazamiento de pequeños productores, quienes señala, se han visto obligados a retirarse de la producción directa y convertirse en trabajadores precarios o empleados rurales que terminan migrando a miserables asentamientos de las ciudades.

Concha Malo señaló que para el  máximo jerarca católico, debe haber una discusión amplia donde participen: agricultores, autoridades, científicos, semilleras  poblaciones afectadas, organizaciones civiles, entre otros.

Finalmente puntualizó que México,  es ya un referente mundial en lucha por la justicia y el derecho a un medio ambiente sano y por la protección y cuidado de toda forma de vida en el planeta, porque la demanda colectiva es una lucha paradigmática en defensa de los bienes comunes naturales en general, por el bien común de la humanidad y del planeta. Y añadió es una lucha global, por la justicia ambiental y social.

Rene Sánchez Galindo, abogado de la Colectividad que presentó la demanda contra la siembra de maíz transgénico, precisó que a dos años de haber iniciado su demanda ante 17 instancias del Poder Judicial Federal, incluyendo la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y una Comisión del Consejo de la Judicatura Federal, se han resuelto 22 juicios de amparo en favor de las peticiones ciudadanas.

Explicó que después de la  suspensión de 79 permisos para la siembra provisional de cerca de tres millones de hectáreas, vino una andanada de 93 impugnaciones, dentro de las cuales, se dieron 22 hay juicios de amparo, cuatro de las cuales fueron presentados por SAGARPA y SEMARNAP, ocho por Monsanto y el resto por Du Pont, Pioneer, AgroScience y Syngenta, mismos que se ganaron.

La lucha ahora en los tribunales es por la suspensión definitiva, con los elementos que las mismas dependencias y Monsanto proporcionaron al reconocer el uso de fosfatos y el daño que causan al maíz convencional.

Por su parte Víctor Suárez Carrera de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campor (ANEC)  expresó a nombre de los

Productores su rechazó y dijo que se puede alcanzar la autosuficiencia maicera y en general alimentaria sin trangénicos y sin monopolios.

Pidió acabar con los mitos que se han creado en torno a las supuestas bondades de los transgénicos, al afirmar que son semillas que aumentan el rendimiento, pues se ha demostrado, incluso con estudios realizados por el Departamento de Agricultura de los EU que dan alrededor de 9.8 toneladas por hectárea en esa nación, mientras que en Sinaloa el rendimiento es de 9.7 y podría ser hasta 10 toneladas por hectárea.

Agregó que en México este rendimiento podría ser tres veces mayor si los pequeños productores contaran con los incentivos suficientes por parte del gobierno federal, quien concentra el 70 por ciento de los subsidios otorgados por ACERCA a los productores más ricos.

La lucha colectiva en los tribunales de México contra la siembra de maíz transgénico y los oligopolios que controlan la venta y distribución de esta semilla, se robustece a nivel internacional, con la advertencia que hizo el propio Papa Francisco hace en su  encíclica  Laudato Si,  donde alerta sobre los graves efectos que su cultivo ocasiona al medio ambiente y las economías regionales.

Miguel Concha Malo, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, detalló que en dicha encíclica, el Sumo Pontifice sostiene que; “la expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales”.

En conferencia de prensa,  junto con  representes de las organizaciones “Acción Colectiva Maíz”, a quien hizo un reconocimiento por su trabajo porque ya sentó un precedente internacional, Concha Malo citó el documento papal; “en varios países existe una tendencia al desarrollo de oligopolios en la producción de granos y otros productos necesarios para su cultivo. La dependencia se agrava porque la producción de granos estériles obliga a los campesinos a comprarlos a las empresas productoras”.

Otra consecuencia originada con la introducción de cultivos, advierte el Papa en su encíclica, es la concentración de tierras productivas en pocas manos, debido al desplazamiento de pequeños productores, quienes señala, se han visto obligados a retirarse de la producción directa y convertirse en trabajadores precarios o empleados rurales que terminan migrando a miserables asentamientos de las ciudades.

Concha Malo señaló que para el  máximo jerarca católico, debe haber una discusión amplia donde participen: agricultores, autoridades, científicos, semilleras  poblaciones afectadas, organizaciones civiles, entre otros.

Finalmente puntualizó que México,  es ya un referente mundial en lucha por la justicia y el derecho a un medio ambiente sano y por la protección y cuidado de toda forma de vida en el planeta, porque la demanda colectiva es una lucha paradigmática en defensa de los bienes comunes naturales en general, por el bien común de la humanidad y del planeta. Y añadió es una lucha global, por la justicia ambiental y social.

Rene Sánchez Galindo, abogado de la Colectividad que presentó la demanda contra la siembra de maíz transgénico, precisó que a dos años de haber iniciado su demanda ante 17 instancias del Poder Judicial Federal, incluyendo la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y una Comisión del Consejo de la Judicatura Federal, se han resuelto 22 juicios de amparo en favor de las peticiones ciudadanas.

Explicó que después de la  suspensión de 79 permisos para la siembra provisional de cerca de tres millones de hectáreas, vino una andanada de 93 impugnaciones, dentro de las cuales, se dieron 22 hay juicios de amparo, cuatro de las cuales fueron presentados por SAGARPA y SEMARNAP, ocho por Monsanto y el resto por Du Pont, Pioneer, AgroScience y Syngenta, mismos que se ganaron.

La lucha ahora en los tribunales es por la suspensión definitiva, con los elementos que las mismas dependencias y Monsanto proporcionaron al reconocer el uso de fosfatos y el daño que causan al maíz convencional.

Por su parte Víctor Suárez Carrera de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campor (ANEC)  expresó a nombre de los

Productores su rechazó y dijo que se puede alcanzar la autosuficiencia maicera y en general alimentaria sin trangénicos y sin monopolios.

Pidió acabar con los mitos que se han creado en torno a las supuestas bondades de los transgénicos, al afirmar que son semillas que aumentan el rendimiento, pues se ha demostrado, incluso con estudios realizados por el Departamento de Agricultura de los EU que dan alrededor de 9.8 toneladas por hectárea en esa nación, mientras que en Sinaloa el rendimiento es de 9.7 y podría ser hasta 10 toneladas por hectárea.

Agregó que en México este rendimiento podría ser tres veces mayor si los pequeños productores contaran con los incentivos suficientes por parte del gobierno federal, quien concentra el 70 por ciento de los subsidios otorgados por ACERCA a los productores más ricos.

La lucha colectiva en los tribunales de México contra la siembra de maíz transgénico y los oligopolios que controlan la venta y distribución de esta semilla, se robustece a nivel internacional, con la advertencia que hizo el propio Papa Francisco hace en su  encíclica  Laudato Si,  donde alerta sobre los graves efectos que su cultivo ocasiona al medio ambiente y las economías regionales.

Miguel Concha Malo, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, detalló que en dicha encíclica, el Sumo Pontifice sostiene que; “la expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales”.

En conferencia de prensa,  junto con  representes de las organizaciones “Acción Colectiva Maíz”, a quien hizo un reconocimiento por su trabajo porque ya sentó un precedente internacional, Concha Malo citó el documento papal; “en varios países existe una tendencia al desarrollo de oligopolios en la producción de granos y otros productos necesarios para su cultivo. La dependencia se agrava porque la producción de granos estériles obliga a los campesinos a comprarlos a las empresas productoras”.

Otra consecuencia originada con la introducción de cultivos, advierte el Papa en su encíclica, es la concentración de tierras productivas en pocas manos, debido al desplazamiento de pequeños productores, quienes señala, se han visto obligados a retirarse de la producción directa y convertirse en trabajadores precarios o empleados rurales que terminan migrando a miserables asentamientos de las ciudades.

Concha Malo señaló que para el  máximo jerarca católico, debe haber una discusión amplia donde participen: agricultores, autoridades, científicos, semilleras  poblaciones afectadas, organizaciones civiles, entre otros.

Finalmente puntualizó que México,  es ya un referente mundial en lucha por la justicia y el derecho a un medio ambiente sano y por la protección y cuidado de toda forma de vida en el planeta, porque la demanda colectiva es una lucha paradigmática en defensa de los bienes comunes naturales en general, por el bien común de la humanidad y del planeta. Y añadió es una lucha global, por la justicia ambiental y social.

Rene Sánchez Galindo, abogado de la Colectividad que presentó la demanda contra la siembra de maíz transgénico, precisó que a dos años de haber iniciado su demanda ante 17 instancias del Poder Judicial Federal, incluyendo la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y una Comisión del Consejo de la Judicatura Federal, se han resuelto 22 juicios de amparo en favor de las peticiones ciudadanas.

Explicó que después de la  suspensión de 79 permisos para la siembra provisional de cerca de tres millones de hectáreas, vino una andanada de 93 impugnaciones, dentro de las cuales, se dieron 22 hay juicios de amparo, cuatro de las cuales fueron presentados por SAGARPA y SEMARNAP, ocho por Monsanto y el resto por Du Pont, Pioneer, AgroScience y Syngenta, mismos que se ganaron.

La lucha ahora en los tribunales es por la suspensión definitiva, con los elementos que las mismas dependencias y Monsanto proporcionaron al reconocer el uso de fosfatos y el daño que causan al maíz convencional.

Por su parte Víctor Suárez Carrera de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campor (ANEC)  expresó a nombre de los

Productores su rechazó y dijo que se puede alcanzar la autosuficiencia maicera y en general alimentaria sin trangénicos y sin monopolios.

Pidió acabar con los mitos que se han creado en torno a las supuestas bondades de los transgénicos, al afirmar que son semillas que aumentan el rendimiento, pues se ha demostrado, incluso con estudios realizados por el Departamento de Agricultura de los EU que dan alrededor de 9.8 toneladas por hectárea en esa nación, mientras que en Sinaloa el rendimiento es de 9.7 y podría ser hasta 10 toneladas por hectárea.

Agregó que en México este rendimiento podría ser tres veces mayor si los pequeños productores contaran con los incentivos suficientes por parte del gobierno federal, quien concentra el 70 por ciento de los subsidios otorgados por ACERCA a los productores más ricos.

La lucha colectiva en los tribunales de México contra la siembra de maíz transgénico y los oligopolios que controlan la venta y distribución de esta semilla, se robustece a nivel internacional, con la advertencia que hizo el propio Papa Francisco hace en su  encíclica  Laudato Si,  donde alerta sobre los graves efectos que su cultivo ocasiona al medio ambiente y las economías regionales.

Miguel Concha Malo, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, detalló que en dicha encíclica, el Sumo Pontifice sostiene que; “la expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales”.

En conferencia de prensa,  junto con  representes de las organizaciones “Acción Colectiva Maíz”, a quien hizo un reconocimiento por su trabajo porque ya sentó un precedente internacional, Concha Malo citó el documento papal; “en varios países existe una tendencia al desarrollo de oligopolios en la producción de granos y otros productos necesarios para su cultivo. La dependencia se agrava porque la producción de granos estériles obliga a los campesinos a comprarlos a las empresas productoras”.

Otra consecuencia originada con la introducción de cultivos, advierte el Papa en su encíclica, es la concentración de tierras productivas en pocas manos, debido al desplazamiento de pequeños productores, quienes señala, se han visto obligados a retirarse de la producción directa y convertirse en trabajadores precarios o empleados rurales que terminan migrando a miserables asentamientos de las ciudades.

Concha Malo señaló que para el  máximo jerarca católico, debe haber una discusión amplia donde participen: agricultores, autoridades, científicos, semilleras  poblaciones afectadas, organizaciones civiles, entre otros.

Finalmente puntualizó que México,  es ya un referente mundial en lucha por la justicia y el derecho a un medio ambiente sano y por la protección y cuidado de toda forma de vida en el planeta, porque la demanda colectiva es una lucha paradigmática en defensa de los bienes comunes naturales en general, por el bien común de la humanidad y del planeta. Y añadió es una lucha global, por la justicia ambiental y social.

Rene Sánchez Galindo, abogado de la Colectividad que presentó la demanda contra la siembra de maíz transgénico, precisó que a dos años de haber iniciado su demanda ante 17 instancias del Poder Judicial Federal, incluyendo la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y una Comisión del Consejo de la Judicatura Federal, se han resuelto 22 juicios de amparo en favor de las peticiones ciudadanas.

Explicó que después de la  suspensión de 79 permisos para la siembra provisional de cerca de tres millones de hectáreas, vino una andanada de 93 impugnaciones, dentro de las cuales, se dieron 22 hay juicios de amparo, cuatro de las cuales fueron presentados por SAGARPA y SEMARNAP, ocho por Monsanto y el resto por Du Pont, Pioneer, AgroScience y Syngenta, mismos que se ganaron.

La lucha ahora en los tribunales es por la suspensión definitiva, con los elementos que las mismas dependencias y Monsanto proporcionaron al reconocer el uso de fosfatos y el daño que causan al maíz convencional.

Por su parte Víctor Suárez Carrera de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campor (ANEC)  expresó a nombre de los

Productores su rechazó y dijo que se puede alcanzar la autosuficiencia maicera y en general alimentaria sin trangénicos y sin monopolios.

Pidió acabar con los mitos que se han creado en torno a las supuestas bondades de los transgénicos, al afirmar que son semillas que aumentan el rendimiento, pues se ha demostrado, incluso con estudios realizados por el Departamento de Agricultura de los EU que dan alrededor de 9.8 toneladas por hectárea en esa nación, mientras que en Sinaloa el rendimiento es de 9.7 y podría ser hasta 10 toneladas por hectárea.

Agregó que en México este rendimiento podría ser tres veces mayor si los pequeños productores contaran con los incentivos suficientes por parte del gobierno federal, quien concentra el 70 por ciento de los subsidios otorgados por ACERCA a los productores más ricos.

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Productores su rechazó y dijo que se puede alcanzar la autosuficiencia maicera y en general alimentaria sin trangénicos y sin monopolios.

Pidió acabar con los mitos que se han creado en torno a las supuestas bondades de los transgénicos, al afirmar que son semillas que aumentan el rendimiento, pues se ha demostrado, incluso con estudios realizados por el Departamento de Agricultura de los EU que dan alrededor de 9.8 toneladas por hectárea en esa nación, mientras que en Sinaloa el rendimiento es de 9.7 y podría ser hasta 10 toneladas por hectárea.

Agregó que en México este rendimiento podría ser tres veces mayor si los pequeños productores contaran con los incentivos suficientes por parte del gobierno federal, quien concentra el 70 por ciento de los subsidios otorgados por ACERCA a los productores más ricos.

La lucha colectiva en los tribunales de México contra la siembra de maíz transgénico y los oligopolios que controlan la venta y distribución de esta semilla, se robustece a nivel internacional, con la advertencia que hizo el propio Papa Francisco hace en su  encíclica  Laudato Si,  donde alerta sobre los graves efectos que su cultivo ocasiona al medio ambiente y las economías regionales.

Miguel Concha Malo, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, detalló que en dicha encíclica, el Sumo Pontifice sostiene que; “la expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales”.

En conferencia de prensa,  junto con  representes de las organizaciones “Acción Colectiva Maíz”, a quien hizo un reconocimiento por su trabajo porque ya sentó un precedente internacional, Concha Malo citó el documento papal; “en varios países existe una tendencia al desarrollo de oligopolios en la producción de granos y otros productos necesarios para su cultivo. La dependencia se agrava porque la producción de granos estériles obliga a los campesinos a comprarlos a las empresas productoras”.

Otra consecuencia originada con la introducción de cultivos, advierte el Papa en su encíclica, es la concentración de tierras productivas en pocas manos, debido al desplazamiento de pequeños productores, quienes señala, se han visto obligados a retirarse de la producción directa y convertirse en trabajadores precarios o empleados rurales que terminan migrando a miserables asentamientos de las ciudades.

Concha Malo señaló que para el  máximo jerarca católico, debe haber una discusión amplia donde participen: agricultores, autoridades, científicos, semilleras  poblaciones afectadas, organizaciones civiles, entre otros.

Finalmente puntualizó que México,  es ya un referente mundial en lucha por la justicia y el derecho a un medio ambiente sano y por la protección y cuidado de toda forma de vida en el planeta, porque la demanda colectiva es una lucha paradigmática en defensa de los bienes comunes naturales en general, por el bien común de la humanidad y del planeta. Y añadió es una lucha global, por la justicia ambiental y social.

Rene Sánchez Galindo, abogado de la Colectividad que presentó la demanda contra la siembra de maíz transgénico, precisó que a dos años de haber iniciado su demanda ante 17 instancias del Poder Judicial Federal, incluyendo la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y una Comisión del Consejo de la Judicatura Federal, se han resuelto 22 juicios de amparo en favor de las peticiones ciudadanas.

Explicó que después de la  suspensión de 79 permisos para la siembra provisional de cerca de tres millones de hectáreas, vino una andanada de 93 impugnaciones, dentro de las cuales, se dieron 22 hay juicios de amparo, cuatro de las cuales fueron presentados por SAGARPA y SEMARNAP, ocho por Monsanto y el resto por Du Pont, Pioneer, AgroScience y Syngenta, mismos que se ganaron.

La lucha ahora en los tribunales es por la suspensión definitiva, con los elementos que las mismas dependencias y Monsanto proporcionaron al reconocer el uso de fosfatos y el daño que causan al maíz convencional.

Por su parte Víctor Suárez Carrera de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campor (ANEC)  expresó a nombre de los

Productores su rechazó y dijo que se puede alcanzar la autosuficiencia maicera y en general alimentaria sin trangénicos y sin monopolios.

Pidió acabar con los mitos que se han creado en torno a las supuestas bondades de los transgénicos, al afirmar que son semillas que aumentan el rendimiento, pues se ha demostrado, incluso con estudios realizados por el Departamento de Agricultura de los EU que dan alrededor de 9.8 toneladas por hectárea en esa nación, mientras que en Sinaloa el rendimiento es de 9.7 y podría ser hasta 10 toneladas por hectárea.

Agregó que en México este rendimiento podría ser tres veces mayor si los pequeños productores contaran con los incentivos suficientes por parte del gobierno federal, quien concentra el 70 por ciento de los subsidios otorgados por ACERCA a los productores más ricos.